MEDVEDEV VS SINNER
Llegamos a este último partido del Open de Australia con una final inédita para un Grand Slam pero que enfrentará a dos tenistas que se conocen a la perfección y que a buen seguro nos depararán un gran espectáculo.
Han sido dos semanas muy intensas en la que hemos vivido tenis del máximo nivel y el bagaje que hemos tenido no podía ser más positivo ya que hemos sumado beneficios muy importantes.
De cara a esta final considero que el favoritismo que le otorgan a Jannik Sinner es totalmente desmesurado y para nada acorde a lo que se ha visto sobre la pista. El italiano ha dado ese paso al frente que se le pedía para los Grand Slams pero disputar una primera final es siempre muy complicado a nivel de gestión de nervios y presión. En cambio para Daniil Medvedev esta será la sexta final de un gran torneo con un bagaje hasta el momento de una victoria (en el US Open 2021) y 4 derrotas ( dos de ellas aquí en el Open de Australia hace dos y tres temporadas respectivamente). Este dato considero que es fundamental a la hora de analizar una final ya que no hay que tomar este encuentro como un partido más.
A ello hay que añadir que el h2h particular nos marca un 6 a 3 para Medvedev. Si bien es cierto que en los tres últimos partidos la victoria ha caído del lado de Sinner ha sido en encuentros muy igualados, algunos de ellos resueltos en auténticos cara o cruz.
El único aspecto en el que considero superior a Sinner es en los minutos en pista con los que llega a la jornada final. El italiano se ha mostrado muy efectivo y sin ser muy superior a sus rivales tan sólo se ha dejado un set por el camino ya que en los puntos decisivos (break points a favor y en contra), ha estado letal. Ello contrasta con un Medvedev que en 3 de los 6 partidos se ha tenido que ir al quinto set con el tremendo desgaste que ello comporta. El ruso se ha mostrado con enormes altibajos y si bien en los sets definitivos ha brillado, sus desconexiones le han impedido llegar más descansado.
De lo que ambos han salido muy reforzados ha sido de sus respectivas actuaciones en semifinales. Sinner destrozó durante dos sets a un Novak Djokovic absolutamente irreconocible. Gran parte de ello fue mérito del italiano pero hay que tener en cuenta que el serbio ayudó enormemente con uno de los peores encuentros que se le recuerdan en una ronda decisiva de un Grand Slam. El número de errores no forzados fue descomunal y la clara victoria de Sinner no esconde que el nivel del partido fue realmente bajo, con pocos puntos memorables y todo basado más bien en errores.
Ello contrasta con la espectacular segunda semifinal que nos deleitaron Alexander Zverev y Daniil Medvedev. El alemán se avanzó con 2 sets a 0 en un partido con unos intercambios descomunales. Parecía que el ruso estaba tocado física y mentalmente pero a Daniil no se le puede sentenciar antes de tiempo. El ruso ganó el tercer y el cuarto set en el tie break y terminó mostrando su mayor solidez en el último parcial. Fue una remontada espectacular del ruso, tanto por la forma en la que se produjo como por el nivel que nos dejó. Es cierto que le comportó un gran desgaste pero precisamente en el tramo final del encuentro es cuando dejó mejores sensaciones y cuando se le vio menos desgastado.
Por todo ello considero que estamos ante una final mucho más igualada de lo que nos indican y que es completamente ridículo que Sinner parta a estos niveles tan reducidos.
La diferencia tenística entre ambos no es ni mucho menos la que nos indican y en el único aspecto en el que el italiano puede mostrar su superioridad es en la física. Pero precisamente ahí también es donde en el pasado Sinner ha tenido más dificultades y aún no ha tenido que hacer frente a un partido muy duro en cuanto a duración y está por ver como se comportará su cuerpo en estas condiciones después de tantas experiencias negativas en el pasado.
El valor está en la cuota de Medvedev o en un over de juegos pero personalmente prefiero seguir esta gran final sin nada en juego. Las dos semanas han sido muy positivas y llega el momento de disfrutar del último día sin arriesgar nada.
Juega con responsabilidad y solo si eres mayor de 18 años.
