Buenas a todos. Vamos con un pronóstico de LEB Oro.
Se enfrentan Leyma Básquet Coruá e ICL Manresa en el Palacio de los Deportes de Riazor. Encuentro correspondiente a la tercera jornada de los cuartos de final de los Playoffs de ascenso a la Liga Endesa.
Eliminatoria caracterizada por los cambios y, por ende, de cierta incógnita en el bando catalán. Tras la última jornada de la fase regular, en la que cayeron en el Nou Congost ante un equipo de nivel muy inferior como Força Lleida, Aleix Duran realizó las siguientes declaraciones en la posterior rueda de prensa: “Era un partido en casa y parecía que jugásemos fuera. Hemos hecho una temporada bastante buena, hemos quedado terceros, hemos ganado catorce partidos de diecisiete en casa. Y que en el último partido antes de los playoffs el pabellón esté vacío y la gente se ponga nerviosa porque un equipo que está a punto de bajar se esfuerce mucho y podamos perder, como han perdido todos los equipos de play-offs, es una lástima”.
Horas después de esta rueda de prensa, la directiva del conjunto catalán no dudó en cesar a Duran. Decisión complicada por el momento en el que se produjo -a menos de una semana del arranque de los playoffs-, pero aplaudida por un amplio sector de la masa social del club.
Pero lo cierto es que esta decisión no se debe solo a estas declaraciones. Manresa llevaba arrastrando grandes carencias en su juego durante varias jornadas. Para colmo, en la penúltima jornada de fase regular, visitaron el Prat de Llobregat y fueron derrotados por 87-79 en un derbi en el que dijeron prácticamente adiós a la segunda posición.
Una plantilla que cuenta con jugadores de la talla de Jordi Trias, Nacho Martín, Lluís Costa, Álvaro Muñoz o Gabriel Lundberg está obligada, como mínimo, a pelear por el primer puesto, y han finalizado a cuatro victorias del mismo, una diferencia abismal. Por tanto, es comprensible que, tras no alcanzar ni siquiera la segunda posición y tras las declaraciones posteriores, se optara por prescindir de los servicios de Duran.
Y si el cese del ya antiguo técnico causó una sensación balsámica en la afición manresana, la contratación de Diego Ocampo, que hasta hace menos de tres meses estaba entrenando al Joventut en la Liga Endesa, ha despertado la ilusión escondida bajo la alfombra de Duran. El gallego es uno de esos técnicos que trabajan de sol a sol e irradian humildad. Y tiene ante sí un reto francamente complicado: recuperar el mejor nivel de la plantilla para esta primera eliminatoria, frente a Coruña, que arranca en cuestión de horas. Para emprender esa gesta, todo sea dicho, cuenta con la mejor materia prima posible, por lo que cuenta con el único hándicap del tiempo. Pero en un club de la grandeza del ICL Manresa no hay cabida para las excusas en LEB Oro, y menos a estas alturas.
A lo largo de la fase regular me he mostrado muy crítico no solo con Aleix Duran, sino también con la plantilla manresana, ya que siento que no han conseguido mostrar todo su repertorio de recursos y posibilidades. Si lo hubieran hecho, estoy convencido de que habrían peleado por el primer puesto con Breogán, ya que considero que no dista demasiado una plantilla de la otra.
Jordi Trias ha ejercido de líder en este equipo. El pívot catalán, campeón de ACB, Euroliga, Copa del Rey y Supercopa con el Barcelona, sigue demostrando a sus 37 años que la LEB Oro se le queda bastante pequeña. Domina la pintura con suma facilidad y forma, junto a Nacho Martín, una dupla interior de un nivel muy superior al que pueden ofrecer otras baterías de jugadores interiores. En estos Playoffs, espero que asuman muchas responsabilidades y que, como han hecho a lo largo de la fase regular, generen también espacios para sus compañeros a base de atraer a las defensas rivales. No en vano, Trias ha repartido 127 asistencias, solo 3 menos que el base titular, Lluís Costa, ya que mientras juega en el poste es capaz de observar todas las posibilidades que le ofrecen sus cuatro compañeros.
Por su parte, el Leyma Coruña de Gustavo Aranzana carece de esa dosis de ilusión que ha aportado el aterrizaje de Diego Ocampo en Manresa. Es un conjunto que ha competido en la fase regular con la irregularidad por bandera. En ningún momento ha sido capaz de transmitir seguridad, y ha dependido en exceso de los mágicos arrebatos de un Zach Monaghan que, si bien es un auténtico mago, no es una deidad.
Además, sorprendentemente, es un equipo que depende en exceso del triple. En prácticamente la totalidad de las victorias cosechadas, han anotado más de un 40% desde más allá de la línea de 6,75 m. De lo contrario, sus opciones de victoria se ven preocupantemente reducidas.
Y he añadido un sutil “sorprendentemente” en el párrafo anterior porque parece increíble que uno de los equipos que más dependen del triple de la competición sea uno de los que cuenta con un mejor juego interior en la liga. Dos pívots que deberían ser dominantes como Eduardo Hernández-Sonseca y Sergio Olmos han ejercido como tal a cuentagotas, aunque es de justicia comentar que el madrileño ha experimentado cierta mejoría con el paso de las jornadas. Además, Jesse Chuku, si bien es cierto que es esencial a nivel defensivo, no acaba de ser fiable en ataque.
Es por todo ello que, como he expuesto anteriormente, dependen en exceso de la inspiración de Zach Monaghan. El base de Chicago ha demostrado ser uno de los jugadores más determinantes de la competición. Tiene libertad para ejecutar a su antojo en ataque y, cuando muestra su faceta de prestidigitador, al equipo rival solo le queda rezar.
Hay un dato que respalda mi teoría de la “Zach-Dependencia” en Coruña: la estadística de +/- cuando Monaghan está en pista es de +142. En cambio, cuando no se halla sobre el parqué, es de -89. Demoledor.
Otro aspecto preocupante es la discreta temporada de los jugadores que conforman la línea exterior. Especial hincapié hay que hacer en la figura de un Jorge Sanz que, si bien es cierto que ha liderado la clasificación del ratio asistencias/pérdidas de los bases de la competición, con 3,9 asistencias repartidas por cada pérdida, no es menos cierto que su nivel se encuentra cuesta abajo y sin frenos. No genera seguridad (básico en un base), y sus porcentajes con respecto a la primera vuelta se han visto drásticamente disminuidos.
De nuevo, la estadística del +/- me será de ayuda. Con Sanz en pista, Coruña se sitúa en +9. Sin él, en +44.
Trevor Cooney y Jonathan Gilling tampoco han cuajado temporadas destacables, aunque quizá el danés ha estado un poco por encima del estadounidense. Cierto es que en algunos encuentros han sido quienes han sacado las castañas del fuego, pero en líneas generales, como el resto del equipo. Personalmente, creo que se ven algo eclipsados por el protagonismo de Monaghan, pero no sirve de excusa. Han de dar un paso al frente en términos de regularidad, más viendo la excesiva dependencia del triple que tiene el equipo.
Además, a nivel de resultados, si bien es cierto que Manresa no llega a esta eliminatoria en un buen momento, Coruña menos. De los últimos siete encuentros disputados, han perdido seis, algunos de manera sonrojante, como el disputado hace unos días en La Rioja ante un club que ha acabado descendiendo como Clavijo. Perdieron por 19 puntos [85-66] desprendiendo unas sensaciones nefastas tanto a nivel defensivo como ofensivo. Permitir unos porcentajes cercanos al 60% en triples [11/19] a un conjunto del nivel de los riojanos no habla bien de la actitud del equipo, que ya vio cómo un Breogán que apenas había entrenado durante la semana (habían sido campeones siete días atrás) les remontaba una ventaja de 17 puntos en el Palacio de los Deportes de Riazor en la penúltima jornada (casualmente, remontada que se produjo tras la eliminación por cinco faltas personales de Monaghan).
Eso sí, pese a todo esto, los coruñeses cuentan con un halo de esperanza: consiguieron ganar en el Nou Congost en la fase regular por 75-81. Cabe destacar que Nacho Martín todavía no formaba parte de la plantilla manresana por aquel entonces. Consiguieron dejar a Manresa en un 23% de triples. Algo similar tendrán que hacer para tener opciones en este cruce.
La estadística juega de manera evidente a favor de Manresa: durante la fase regular, han acumulado una valoración total de 2986, mientras que el conjunto gallego se ha quedado en 2657.
En el apartado ofensivo, Manresa ha promediado 78,9 puntos por partido, siendo el cuarto mejor en este aspecto; y tiene un rating ofensivo de 111,4 puntos cada 100 posesiones, segundo mejor de la competición. Coruña, por su parte ha promediado 76,6 puntos por encuentro, sexto mejor; y se sitúa en undécimo lugar en rating ofensivo, con 106,7 puntos anotados cada 100 posesiones.
Los dos primeros encuentros de la serie, disputados en el Nou Congost, se caracterizaron por la constante igualdad. Pese a que Gustavo Aranzana “desempolvó” la pizarra y diseñó defensas ejecutadas a la perfección por sus pupilos, consiguiendo dejar a dos jugadores interiores de nivel ACB como Jordi Trias y Nacho Martín en 2/10 y 1/12 en tiros de campo, respectivamente, estoy convencido de que no se volverá a repetir esta situación. Manresa es el segundo mejor equipo de estos Playoffs y cuenta con jugadores mucho más regulares y experimentados que Leyma Coruña, por lo que considero que deberían ser capaces de recuperar el factor cancha perdido.
¡Suerte a quien la siga!
Apuesta: Gana ICL Manresa – Cuota: 1.70 (William Hill)
Stake: 3/10 – Probabilidad: 65%
Fecha y Hora: 11/05/2015 – 21:00
Resultado: Leyma Básquet Coruña 75 – 72 ICL Manresa
Ganancia: -3u
Juega con responsabilidad y solo si eres mayor de 18 años.